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lunes, 10 de enero de 2011

ALCALDE DE PORCUNA RAFAEL MONTILLA GARCÍA



Dedicatoria; "A la familia de Rafael Montilla afectuosamente".
FELIPE GONZÁLEZ 1982







Carta a S. M. El Rey



Señor:


Nuestro abuelo, Rafael Montilla García, fue alcalde socialista del pueblo de Porcuna (Jaén), durante la República Española. Hago saberle que la constitución republicana era tan legal y legítima, como lo es la constitución monárquica. Ambas fueron ratificadas por el pueblo español. El 12 de enero de 1940, nuestro abuelo que también era Maestro de Escuela fue asesinado; estando encarcelado en la prisión de Baza. Sólo tenemos constancia legal de que su partida de defunción le saca de entre los desaparecidos, pero sigue metido de forma anónima, en una de las tres fosas comunes del cementerio de aquella ciudad. Mientras el alcalde de la antigua villa de Obulco, permanecía encarcelado en Baza (Granada), nuestra abuela también fue detenida y encarcelada; cuidando de sus siete hijos una hermana soltera.

Los nombres de sus hijos acompañan a su padre en la mencionada partida de defunción. Ha llegado hasta nosotros una carta censurada que nuestro abuelo envió a su esposa, y que a continuación transcribo dos de sus párrafos: “¿Crees tú Trinidad, que no es sufrimiento no saber de vosotros ni de los nuestros? Pues cuando nos reparten correo espero con ansia recibir carta y me comuniques que ya estás en libertad al lado de nuestros hijos”. Y en otra página dice a su mujer: “Nuestras hijas diles en mi nombre que sean buenas y ayuden lo que puedan ya que la desgracia nuestra es tan grande de encontrarnos los dos en la misma situación, pero por mí no lo siento tanto como por ti, pues la felicidad más grande…” Aunque no se conserva el resto de la frase, es suficiente.

Con la Constitución Española de 1978, el pueblo recuperó la libertad y la democracia y S. M. recuperó el trono. Pero la España constitucional tiene una deuda contraída con los españoles que fueron víctimas del genocidio franquista, desde 1939 hasta la muerte del dictador. La ingenuidad no nos puede llevar a pensar que tales delitos con la Transición están saldados. Este tipo de reivindicaciones aún sigue dejando víctimas en las cunetas de este largo camino. Pero ¿es mucho pedir que el 14 de abril de cada año, se dedique esta jornada a la memoria de la II República Española? Las víctimas del bando vencedor en la guerra fratricida, han sido recordadas, ensalzadas y hasta beatificadas y canonizadas, desde 1936 hasta nuestros días. Y la nefasta fecha del “18 de Julio”, ha sido celebrada durante cuarenta y dos años.

Hoy los monárquicos de antaño ya no tienen sentido, porque leyendo ambas constituciones, la republicana de 1932 y la monárquica de 1978, mantienen los mismos valores, a excepción de la Jefatura del Estado. Con estas premisas, sólo se puede entender que prejuicios y complejos de los políticos y de la Casa Real, impidan marcar con patriotismo histórico, el 14 de Abril, como Día de la República Española. Nuestro abuelo y muchos como él se lo merecen. Es una exigencia de la Memoria Histórica.


Sus nietos: Gloria y Pedro



Nuestra abuela Trinidad